Problema de autoestima
Hace referencia a la presencia de un sistema de repertorios comportamentales, cognoscitivos y emocionales negativos que el consultante ha adquirido y tiene, en un momento dado, frente a la valoración del concepto o representación que tiene de sí mismo. Se origina, por un lado, a partir de dificultades en la auto-observación y en las autoevaluaciones de la eficacia para el logro de objetivos, y, por otro, gracias a la presencia de reforzamiento y/o castigo social que facilita la construcción de la percepción negativa a través de la opinión de terceras personas. En general, los elementos que configuran el autoestima son el autoconcepto (qué piensas de ti mismo), la autoimagen (qué tanto te agradas) y la autoeficacia (qué tanta confianza tienes en ti mismo).
Dentro de las manifestaciones de esta problemática tenemos la presencia de una tendencia a autoevaluarse continuamente, necesidad constante de aprobación social, insatisfacción frente a los propios logros o frente a la vida en general dada la autocrítica rigurosa y constante, dificultades para aceptar la crítica o culpabilidad excesiva, dificultades en la toma de elecciones dado el temor exagerado a equivocarse, descalificación constante de experiencias que serían valoradas por otros como éxitos, deseo excesivo de complacer o agradar a terceras personas (pareja, compañeros, comandantes, superiores, familia), pensamientos negativos o poco objetivos acerca de lo que se es (incluyendo aspectos como la apariencia física, rasgos, características, habilidades, destrezas, fortalezas y debilidades); emisión de comportamientos de riesgo o autodestructivos (patrones inadecuados de ingesta de comida, sobreexposición al peligro, autolesiones, consumo de SPA, alcohol o cigarrillo, conducta sexual indiscriminada, entre otros), evitación o abandono de actividades, situaciones o proyectos, dificultades en el establecimiento y consolidación de relaciones interpersonales efectivas; y sentimientos de vergüenza e inadecuación