Dificultad en Control de impulsos
Se caracteriza por la emisión de respuestas de forma brusca o rápida, ante estímulos desencadenantes internos o externos, nada o poco planificados, en ausencia de reflexión y sin considerar las consecuencias para sí mismos o para terceros; tales respuestas suponen la presencia de comportamientos inadecuados y desadaptativos, en donde se presenta fallo en el procesamiento inhibitorio del comportamiento. Es decir, el consultante que padece un problema de control de impulsos experimenta la dificultad de resistir una tentación, impulso o deseo y una tendencia a la búsqueda de gratificación inmediata, a expensas de las metas a largo plazo; sin pensar en las consecuencias de sus actos más allá del presente. La falta de control suele estar acompañada de algunas alteraciones emocionales y conductuales que afectan a la forma en que el consultante interactúa con las personas de su alrededor y la ejecución de las actividades de la vida diaria. Por tanto, la falta de control de impulsos facilita que el consultante pueda responder de forma agresiva debido a la tendencia a actuar bajo la emoción del momento, mostrando una explosión indiscriminada de ira y agitación. El déficit en el control tiene repercusiones a nivel social, emocional, conductual y familiar. Todo ello incide negativamente en el adecuado desempeño en contextos sociales y es frecuente evidenciar dificultades para respetar turnos, expresar opiniones de forma apropiada, controlar la expresión emocional, actuar adecuadamente teniendo en cuenta la situación presentada y relacionarse con sus familiares y amigos.
Bibliografía:
- https://www.elpradopsicologos.es/autocontrol/
Diagnósticos CIE-10
F43 Reacciones a estrés y grave y trastornos de adaptación
F50 Trastorno de la conducta alimentaria